martes, 5 de febrero de 2013

Demasiado grande

Resumiendo:

El mundo es demasiado grande,

Yo me siento demasiado pequeña,

Lo que necesito está demasiado lejos

Y mis susurros gritan demasiado bajo.

Visitas inoportunas

Estimados afán de superación, creatividad, iniciativa, inconformismo, compromiso y ansia: 

En ocasiones futuras agradecería evitarais visitarme en época de exámenes, tal y como acostumbráis últimamente. Me agrada informaros de que seréis bien recibidos en cualquier otra época del año, especialmente si venís acompañados de una idea plausible. Os prestaré entonces toda mi atención e iré donde me llevéis. 

Esperando vuestra futura visita en fechas más convenientes, se despide,

CantandoSola

martes, 8 de enero de 2013

He dicho

No me gusta la palabra "conformismo".

El mundo es demasiado grande [borrador]

Evitar los miedos no es superarlos.

Dejar de ver los obstáculos no significa que hayan dejado de existir, sino que nos estamos alejando de nuestra meta.

Perder de vista la tristeza no necesariamente nos hace ser felices.

Ganarle la carrera al tiempo solo nos da unos segundos de más, pero no nos hace inmortales.

Y mientras, buscamos otras metas con menos obstáculos, otros caminos con menos penas, rincones menos oscuros... perdemos de vista nuestros sueños, y el tiempo ataja nuestros pasos mientras dormimos al abrigo de la comodidad.

...y el mundo cada vez es más grande.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Welcome home


Bienvenido al mundo, peque.

Tranquilo, no seas impaciente. Al principio te costará hacerte a él: no verás demasiado bien y todo te resultará extraño, nuevo, diferente (¿diferente a qué?). Apenas si te valdrás por ti mismo para respirar y tragar, y tendrás que confiar en gente extraña para ti que te agarra por aquí y por allá y te hace cosas, muchas veces desagradables, que ni siquiera sabes para qué sirven. Aunque por suerte poco sabes de desconfianza aún :)

Sentirás a tu madre y confiarás en ella como en la que más, su voz te calmará y te acurrucarás en sus cálidas manos que te sostienen con firmeza y cariño. No sé si recordarás cómo te sentías ahí dentro, cuando todo era oscuro y viscoso, y oías su voz más lejos que los latidos de su corazón... Ella sí que se acuerda, de tus movimientos, de sus largas conversaciones a solas contigo, de sus miedos, de sus ilusiones, de sus sobresaltos... y de cosas no tan agradables que ya se encargará de recordarte cuando seas mayor y líes de las tuyas, así que mejor le cedo a ella el gusto de ser la primera en explicarte.

De tu padre también deberías recordar cosas. Una voz grave, firme, técnica a veces... te hablaría de su acento, pero tampoco sabes mucho de eso. También lo aprenderás, no tengas prisa. Es muy reservado, al menos de puertas hacia afuerta, pero estoy convencida de que en la intimidad de vuestro cuarto te ha dedicado sus mejores palabras, y seguro que también sus mejores silencios. Quizá le hayas oído pensar en ti.

Aquí fuera sus voces suenan un poco diferentes, pero estoy segura de que los reconoces bien. Una pista: son los que más tiempo pasan contigo. Puedes confiar en ellos, te quieren con locura, así que no te preocupes por todo lo que pasa a tu alrededor, que ya lo hacen ellos por ti. Te presentaría a todas esas voces que asocias con formas borrosas, pero seguro que ya lo han hecho ellos: tus abuelos, tus tíos, tus primos... tu familia. Bienvenido a casa. Te falto yo... pero apuesto a que tendrás mucho tiempo para conocerme, ya me encargaré de recuperar el tiempo perdido hasta que te hartes de mí.

Un consejo: ¡cuidado con las voces más agudas! Te quieren como los que más, pero no tienen demasiada experiencia con cosas pequeñas y delicadas... más bien son cosas pequeñas y delicadas ellos mismos. Pero serán tus mejores aliados de aquí a unos meses, ya lo verás.

¿Te sientes el centro de atención? Es normal: lo eres. Se comentará si creces, si no creces, si estás gordo, si estás delgado, si tienes mofletes, si no, si haces ruido o si estás callado, si duermes mucho, comes poco... Disfrútalo, hazte el interesante.

Dormirás mucho, y cada vez que necesites algo, llorarás. Llora con ganas, ¡que se te oiga! Dando guerra desde el principio. Pero sonríe. Harás a tus padres las personas más felices del mundo con cada sonrisa que eches. Aunque no sepas lo que significa, o por qué lo haces... sonríe. Y no lo olvides nunca.

Escoge bien cuándo decir tus primeras palabras, igual que tus primeros pasos. Los recordaremos durante meses, tus padres durante toda la vida.

Juega como si no hubiera mañana, diviértete como un bebé (vaya, tiene sentido) y ¡come muchas chuches! Tantas como te dejen tus padres, que están muy ricas y estos dientes son de mentira.

No seas muy malo con tus padres, y confía en ellos ciegamente porque darían sus vidas por ti. A veces puede parecerte que no es así, siempre pasa. Házselo saber, sé duro con ellos... y sé que muchas veces no darás tu brazo a torcer... pero a escondidas no te olvides de darte cuenta de lo afortunado que eres de tener unos padres que se preocupan por ti y lo darían todo por tu seguridad y tu felicidad.

No puedo creer que te esté contando esto a ti, precisamente, ¡al hijo de mi hermana! No deja de resultar raro a veces que estés ahí, que mi hermana sea una madre. Para mí apenas ha dejado de ser la hermana mayor abusona y ¡para ti es una madre sobreprotectora, seguro! (Dile a tu madre que no ponga esa cara, que es verdad que era una abusona... ^^)

Sé feliz.

Te quiere,

Tu tía prefe

sábado, 27 de octubre de 2012

Sprichst du Deutsch?

Soy española, por mucho que intente evitarlo.

"No te juntes con españoles, no hables español, no hables inglés, solo alemán." ¿Y qué le voy a hacer si soy española? ¿Si todo yo soy española?

Yes, I speak English, je parle ein peu francais und auch ein bischen Deutsch, aber ich bin je suis, I am, yo soy Española.

Y a veces no soy capaz de decirme ni en español...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Echo de menos, echo de más

Echo de más echar de menos

Echo de menos echar de más

Echo de más echar de menos echar de menos

...

lunes, 13 de febrero de 2012

Conjunto vacío

Y de aquel cuento de princesas solo queda ya una cenicienta en harapos sin hada madrina y los pedazos de un príncipe azul más azul que príncipe.

lunes, 16 de enero de 2012

Retales enmarañados del rincón de las telarañas


Me gustaría ser compositor.
Sentirme en la piel del cantante que se sienta delante de un estudio y refleja en un papel en blanco su mundo, capaz de convertir sentimientos en palabras, palabras en música, y música en sentimientos. Quisiera ser autor, poeta, novelista, filósofo, periodista, redactor de boletines oficiales…
Si un genio me concediese tres deseos, el primero sería saber expresar todo lo que me ronda la mente y el corazón. Hacerte leer mis pensamientos para que vieses todo tal y como ellos lo pintan, no como esta torpe niña aprendiendo a escribir los intenta dibujar. Ser capaz de sacar mi mundo a la luz con la misma convicción con que vaga por mis pensamientos.
El segundo sería tener cosas que contar.
No es cierto. Lo que nos diferencia a los torpes de los virtuosos de la palabra no son las experiencias vividas. Porque algunos serían capaces de interesarte por su visita al médico, o su viaje al supermercado.
Ayer hice la compra del mes, tuve que andar una larga distancia cargando mochila y bolsas abarrotadas y llegué a mi casa rota. Pon eso en manos de Neruda y te hará unos versos. Lo que no estoy segura es si tratarían del amor o de mi imbecilidad por ir tan cargada.
Rectifico: el segundo sería darme cuenta de que cada momento tiene algo que contar.
Porque pasamos la vida delante de la televisión, oyendo hablar de historias ajenas, reales o ficticias, y menospreciamos las propias envidiando aquellas que nunca tendremos, nosotros ni nadie, porque solo existen en la mente de su creador y en las horas de trabajo de sus personajes. Sentándome a pensarlo, he descubierto que yo también tengo mis aventuras, mis fracasos, y mis éxitos, mis virtudes que algunos consideran defectuosas, mis defectos convertidos en ocasiones en virtudes, e incluso mi príncipe azul esperándome para invitarme a cenar.
El tercer deseo sería poder poner fin a todo este embrollo mental que he creado.
Concedido.

Malditos sueños

que aplastan la realidad y le dan mil vueltas